Bajo el frío y la niebla matutinos, más de 40.000 masáis cortaron el paso a los ‘land cruisers’ cargados de turistas que habían pagado un safari. Era un ejercicio de protesta pacífica inédito. Tras años de recortes de servicios esenciales y amenazas de expulsión de sus tierras, los masáis se organizaron para decir basta