El patrón es horrendo y se repite una y otra y otra vez. Cita, bebida, droga, inconsciencia, violación. Después: abandono, olvido, vergüenza. Pero ahora se le añade un último término que prende una mecha de esperanza: denuncia. Son más de 130 personas, , en su mayoría mujeres, que han tenido la valentía de presentar una demanda contra Sean Combs