Bruselas (EuroEFE).- La Comisión Europea marcó distancias este viernes respecto a las acusaciones sobre supuestas violaciones de derechos humanos de los migrantes en centros de internamiento y deportación financiados por la UE en Turquía, y subrayó que corresponde a ese país investigar esas denuncias.
Una investigación de varios medios, entre ellos El País, reveló este viernes que el Gobierno turco ha creado una amplia red de centros de internamiento y deportación financiados con dinero de la UE y que en esas instalaciones se violan sistemáticamente los derechos de los migrantes, para luego expulsarlos a países como Afganistán y Siria.
«Se deben respetar en los retornos los derechos fundamentales de los individuos», dijo en rueda de prensa la portavoz comunitaria Ana Pisonero, quien recordó que esa es la posición de la UE.
Añadió que es responsabilidad de Turquía «investigar» las alegaciones de malos tratos y añadió que Bruselas invita a las autoridades de ese país a hacerlo.
Por otra parte, añadió que si Bruselas recibe pruebas de violaciones de derechos humanos y valores fundamentales relativos a los programas que la UE financia en Turquía, abordará la situación.
Denuncias de torturas y hacinamiento
La UE firmó en 2016 un acuerdo de cooperación migratoria con Turquía que en los últimos años ha servido sobre todo como «tapón» para evitar nuevas entradas de refugiados a Europa, y que incluía un sistema para reasentar a un refugiado sirio en un país de la UE por cada migrante que Grecia devolviera a Turquía.
La investigación periodística publicada este viernes indica que, desde que se firmó ese pacto, se ha multiplicado el número de centros de internamiento y deportación de extranjeros en Turquía, financiados en buena parte por la UE y marcados por condiciones de hacinamiento, insalubridad y torturas, y desde donde, además, se deporta a los migrantes a países no seguros como Siria o Afganistán.
La citada portavoz de la Comisión Europea subrayó que Turquía sigue siendo un «socio clave» y un país candidato a adherirse a la UE, y reconoció sus esfuerzos para acoger a más de 3,6 millones de refugiados sirios y de otras nacionalidades.
Recordó la solidaridad europea con ese país, para el que ha movilizado ya más de 10.000 millones de euros desde 2012 a fin de ayudar a Ankara en los esfuerzos de gestión migratoria, y añadió que se ha comprometido un millón de euros más en 2024.
Según Pisonero, la financiación ha permitido crear centros para refugiados y medidas de apoyo a los retornos voluntarios, conforme a las normas europeas e internacionales.
Por otra parte, subrayó que Turquía tiene su propia legislación sobre gestión de los flujos migratorios y los retornos y que en ese contexto, la aplicación de ese derecho sigue siendo responsabilidad turca.
Editado por Lucía Leal