Ginebra (EuroEFE).- El Festival de Eurovisión tendrá en 2025 un director específico, un puesto creado por la Unión Europea de Radiodifusión (UER) en un intento de superar las polémicas que marcaron la última edición, como la prohibición de llevar la bandera europea en la final o la participación de Israel pese a la guerra en Gaza.
Martin Green, un experimentado organizador de eventos en el Reino Unido, dirigirá el famoso festival a partir de noviembre, anunció este martes el subdirector general de la UER, Jean Philip De Tender.
«La experiencia, pensamiento estratégico y energía creativa de Martin serán de valor incalculable para el festival, ahora que nos preparamos para la edición de 2025 y evolucionamos hacia el futuro», señaló De Tender en un comunicado.
🎙️ Martin Green joins Eurovision Song Contest in new Director role. Read more here: https://t.co/d0M4wBbvZR#EurovisionSongContest #ESC pic.twitter.com/ZlHM5CvfHP
— EBU (@EBU_HQ) October 15, 2024
Martin ha producido eventos tan importantes como las ceremonias de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres 2012, los Juegos de la Commonwealth de Birmingham 2022 o la edición de Eurovisión que Liverpool acogió el pasado año, ante la imposibilidad de que lo hiciera el país ganador de 2022, que había sido Ucrania.
La nueva figura del director del festival fue uno de los cambios en la estructura organizativa de Eurovisión anunciados en julio por la UER tras haber analizado minuciosamente la edición de este año celebrada el pasado mayo en Malmö (Suecia), marcada por varias polémicas, muchas de ellas en torno a la participación de Israel en plena guerra en Gaza.
Este nuevo cargo, según indicó entonces la UER, coordinará la organización del popular concurso de música con el subdirector general, el responsable de medios de comunicación de la UER y el ya existente puesto de supervisor ejecutivo de Eurovisión, hasta ahora el principal cargo al frente del certamen.
La edición de 2024 pasará a la historia por los abucheos recibidos por la cantante israelí, Eden Golan, durante su actuación, y también contra el supervisor ejecutivo Martin Österdahl, cuando éste tuvo que intervenir para repartir los votos de Países Bajos, cuya delegación fue descalificada por un incidente aún no clarificado entre su cantante y una operadora de cámara.
Además, la Comisión Europea pidió explicaciones y responsabilidades a los organizadores de Eurovisión por haber prohibido que el público entrase con la bandera de la UE a la final del concurso, al considerarla de carácter «político».
«A menos de un mes de las elecciones europeas y en tiempos de turbulencias geopolíticas, con la UE siendo blanco de actores maliciosos y autoritarios, la decisión de la UER contribuyó a desacreditar un símbolo que une a todos los europeos», se quejó el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, en una carta a la UE.
Tras la edición de 2024, que pese a las controversias y llamamientos al boicot logró audiencias récord, el certamen del próximo año se celebrará en el mes de mayo en Basilea (Suiza), después de que el artista helvético Nemo venciera con el tema «The Code».
Editado por Lucía Leal
