Bruselas (EuroEFE).- Los fundadores del nuevo partido europeo Alianza de la Izquierda por los Pueblos y el Planeta (ELA) descartaron este martes que la existencia de dos formaciones políticas en el mismo espectro comunitario suponga una ruptura en el grupo de La Izquierda en el Parlamento Europeo, donde todas ellas conviven.
«El partido no tiene nada que ver con el grupo parlamentario y es necesario más allá de la agenda del Parlamento Europeo. No tenemos intención de crear otro grupo en el Parlamento«, dijo la eurodiputada sueca Malin Björk durante una rueda de prensa para presentar la nueva formación.
La llegada de ELA, un segundo partido de corte izquierdista a nivel europeo que reunirá al español Podemos junto a La Francia Insumisa, el Bloco de Esquerda portugués y otros cuatro partidos, crea una alternativa en el espacio político de la izquierda comunitaria al ya existente Partido de la Izquierda Europea, donde están -entre otros- Die Linke y Syriza, así como Izquierda Unida y el Partido Comunista de España (PCE).
«Llevamos tiempo creyendo que teníamos que trabajar más juntos y articularnos de formas diferentes«, defendió este martes la portuguesa Catarina Martins, que en 2018 lanzó junto al exlider de Podemos Pablo Iglesias y al francés Jean Luc Mélenchon la plataforma ‘Ahora el pueblo’, que supuso el germen político de este partido.
Martins dijo que el Partido de la Izquierda Europea -del que se ha salido el Bloco portugués- tiene una organización diferente a la que quieren implementar en la ELA y que, aunque la respetan, hizo difícil que el Bloco y otras formaciones permanecieran en sus filas.
«Deberíamos ser capaces de desarrollar campañas que hablen a todas las generaciones, incluyendo a las más jóvenes, sobre el cambio que queremos y tener un partido que se enfoque en esas campañas y en el diálogo. El Partido de la Izquierda Europea tiene otro tipo de organización, que respetamos. Queremos una izquierda que no se vete a sí misma, que pueda dialogar«, defendió la portuguesa.
También la secretaria política de Podemos, Irene Montero, planteó que el nuevo partido debe poder poner en marcha una alternativa -que tildó de «no sólo posible sino urgente«- para frenar los retrocesos en las políticas verdes o el abandono del apoyo a los servicios públicos.
La jefa de filas del grupo parlamentario de la Izquierda, la francesa Manon Aubry, aseguró también que el partido está en conversaciones con otros posibles nuevos miembros.
«La mayoría de los partidos que estamos aquí no éramos miembros de ningún partido europeo. Ahora al fin tenemos una casa común y en esa casa las puertas siempre estarán abiertas para quien no quiera quedarse quieto viendo a la extrema derecha crecer sin hacer nada», añadió Aubry.
El grupo de la Izquierda es el segundo menos numeroso del Parlamento Europeo, con 46 eurodiputados, solo por detrás del ultraderechista Europa de las Naciones Soberanas, con 25, sin contar a los miembros no inscritos en ninguna familia política, que son 32.
Editado por Lucía Leal
