Bruselas / Bakú (EuroEFE).- La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, mostró este domingo su satisfacción por el acuerdo alcanzado por los países representados en la COP29 de Bakú (Azerbaiyán) y señaló que «marca una nueva era para la cooperación y la financiación climática».
El acuerdo «impulsará inversiones en la transición limpia, reduciendo las emisiones y creando resiliencia al cambio climático», afirmó la política alemana en un mensaje en redes sociales.
Von der Leyen declaró asimismo que «la UE seguirá liderando la situación y centrando su apoyo en los más vulnerables».
I welcome the COP29 agreement.
It marks a new era for climate cooperation and finance.
It will drive investments in the clean transition, bringing down emissions and building resilience to climate change.
The EU will continue to lead, focusing support on the most vulnerable.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) November 24, 2024
La COP29 acordó este domingo de madrugada, tras dos semanas de intensas negociaciones, momentos de crisis y “caos” en su tramo final, el acuerdo financiero por el cual los países ricos pagarán 300 mil millones de dólares anuales al mundo en desarrollo para costear allí la acción climática.
En un plenario interrumpido varias veces para ultimar los detalles del texto a negociar, los cerca de 200 países reunidos en la cumbre de Bakú sellaron por fin el acuerdo con el que fijaron la nueva meta de financiación climática, que reemplazará a la anterior que estaba establecida en 100.000 millones de dólares anuales.
En la misma línea que Von der Leyen, el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, auguró que la COP29 será recordada como el inicio de una nueva era en la financiación climática.
«Nosotros queremos la reducción de emisiones pero salvaguardando el consenso de la UEA (Emiratos Árabes Unidos)», dijo en referencia al acuerdo alcanzado en la COP28 de Dubai, donde se firmó el «principio del fin» de la era de los combustibles fósiles, una línea roja que la Unión Europea no estaba dispuesta a retroceder.
«Estamos deseando redoblar nuestros esfuerzos para la cumbre del clima COP30 de Belém (Brasil)», concluyó en su cuenta X.
COP29 will be remembered as the start of a new era on climate finance. The EU will continue to lead.
This COP delivered an ambitious and realistic goal and an increased contributor base.
With these funds and this structure, we are confident we’ll reach the $1,3 trillion. pic.twitter.com/JjHhDKta5z
— Wopke Hoekstra (@WBHoekstra) November 23, 2024
Los delegados, periodistas y público presentes en la gigantesca sala donde se celebraba el plenario rompieron en aplausos y ovaciones cuando el presidente de la COP29, Mukhtar Babayev, bajó el martillo y anunció el acuerdo financiero que suponía el fin a una jornada maratoniana que se había extendido 32 horas más del cierre previsto de la cumbre.
Más de 24 horas después de su clausura, la cumbre de Bakú cerró el acuerdo con el que los Estados ricos se comprometieron a asumir una parte de la factura que la transición ecológica y la adaptación climática comporta para los países del Sur Global, que son los menos responsables históricos del calentamiento global y, al mismo tiempo, los que más sufren sus consecuencias.
A breakthrough moment for climate finance was achieved at #COP29Azerbaijan, thanks to the unwavering dedication of leaders, negotiators, activists, and the @UNFCCC. COP29 President Mukhtar Babayev expressed gratitude to all who contributed, reminding us that collective action… pic.twitter.com/bHSybUjKfJ
— COP29 Azerbaijan (@COP29_AZ) November 24, 2024
El texto reitera una de las demandas que estos Estados con menos recursos llevan años manifestando en estos foros: la reforma de la arquitectura financiera internacional.
Los países señalan que ésta deberá “abordar los obstáculos” a los que se enfrenta el mundo en desarrollo a la hora de acceder a la financiación climática, eliminando por ejemplo las barreras y los elevados costes de capital, las limitaciones fiscales, los “niveles insostenibles de deuda” o los altos costes de transacción.
Reconoce asimismo la necesidad especial de acercar “recursos públicos, subvenciones y financiación en condiciones muy favorables, en particular para la adaptación y la respuesta a los daños y perjuicios” del cambio climático en los países “menos adelantados” y en “los pequeños Estados insulares en desarrollo”.
Las partes reafirman el principio del Acuerdo de París que hace referencia a las responsabilidades compartidas pero diferenciadas de los países en la crisis climática: los considerados “desarrollados” –pudientes– emiten más gases de efecto invernadero que los llamados “en desarrollo”, y por tanto las partes consideran que deben asumir buena parte de la factura.
Editado por Miriam Burgués